Cáncer no Melanoma
Clínica: es el sarcoma cutáneo más frecuente. Se trata de un tumor de malignidad intermedia y crecimiento lento, localmente agresivo y con tendencia a recidivar (1/3 de los casos), aunque raramente da metástasis. Suele aparecer en el tronco y extremidades superiores de adultos jóvenes. Se presentan como placas asintomáticas induradas del color de la piel, violáceas, rojizas o parduzcas, que pueden tener nódulos únicos o múltiples, y pueden adquirir distintos tamaños, pudiendo llegar a medir hasta más de 10 cm. A veces puede ser difícil diferenciarlos de un queloide. Existen dos variantes raras: la variante pigmentada y la atrófica.
Tratamiento: el tratamiento es quirúrgico, con amplios márgenes de seguridad (hasta 5 cm). No obstante, el tratamiento de elección es la cirugía de Mohs puesto que ha demostrado que reduce el riesgo de recidiva local. A veces puede ser necesario complementar el tratamiento mediante radioterapia. En casos metastásicos puede usarse quimioterapia o Imatinib.