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TERAPIA FOTODINÁMICA

La terapia fotodinámica es una opción de tratamiento efectiva para el tratamiento de diversas enfermedades de la piel, entre las cuales encontramos las queratosis actínicas, la enfermedad de Bowen o el carcinoma basocelular superficial. También se ha demostrado su eficacia en el tratamiento del fotoenvejecimiento y de otras patologías como el acné, la psoriasis, el liquen escleroatrófico, la morfea, las verrugas vulgares y las onicomicosis. Se trata de un método no invasivo, bien tolerado y con pocos efectos secundarios.

¿En qué consiste?

Se basa en la aplicación tópica de un agente fotosensibilizante (crema de metilaminolevulinato) y la posterior iluminación de la zona a tratar mediante una lámpara especial que emite rayos de luz a una longitud de onda determinada. Esto provoca la destrucción de las células malignas preservando las células sanas.

Preparación del paciente

El primer paso consiste en retirar las costras de la lesión por parte del profesional de la salud para que el tratamiento sea más efectivo. A continuación, se aplica la crema de metilaminolevulinato y se cubre la zona durante 3 horas. Durante este tiempo el paciente puede regresar a su casa o al trabajo, o bien esperar en la consulta. Finalmente, se retira la crema y se ilumina la zona durante aproximadamente 10 minutos. En la mayoría de casos son necesarias 2 sesiones de tratamiento, espaciadas en el tiempo varias semanas. La respuesta al tratamiento se evalúa clínicamente a los 3 meses.

Recientemente se ha descrito una variante llamada "terapia fotodinámica con luz de día" (Daylight photodynamic therapy), en la cual la radiación utilizada es la radiación solar. Tiene una eficacia inferior al procedimiento convencional, requiriendo alguna sesión suplementaria, y es mejor tolerada por los pacientes puesto que produce menos dolor.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

El efecto adverso más común es el dolor y sensación de quemazón que se produce durante la iluminación, aunque es variable entre pacientes. Los posibles efectos fototóxicos post-tratamiento suelen durar entre 3 y 5 días, e incluyen dolor, eritema, edema y aparición de ampollas y costras. En casos excepcionales pueden persistir hasta 2 o 3 semanas. Algunos pacientes pueden presentar una hiperpigmentación después del tratamiento, que tiende a desaparecer en el transcurso de pocos meses. Otros efectos adversos menos frecuentes son la hipopigmentación, la dermatitis de contacto alérgica y la urticaria. Está contraindicada en pacientes con fotosensibilidad cutánea y con enfermedades como la porfiria, hepatopatías graves y cardiopatías inestables.

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